martes, 10 de mayo de 2011

Complejidad en la educación


La historia del hombre no nace cuando se cree aparece este por primera vez en la tierra sino, cuando es el hombre el que da paso a su capacidad de cuestionarse, de preguntarse, no solo por el mundo que le rodea sino por el mismo, así en esa búsqueda incesante y en ese deseo por conocer y comprender, todo esfuerzo racional se enfoca inicialmente a la búsqueda de principios constitutivos, formas elementales, lo que se ha denominado como reduccionismo; posteriormente y en contra de este planteamiento surge una nueva manera de ver, pensar y concebir el mundo, el holismo, que permite explicar e interpretar la realidad en la que se vive de una forma global, total, ya no es la parte sino el todo lo que se pretende ver (Santos & Guillaumin, 2006). Ahora es el momento de la complejidad, un paradigma que busca entender y analizar un fenómeno desde todas las perspectivas posibles, es por ello que se pretende mostrar cómo esta forma de ver el mundo también cambia la visión de la realidad educativa y por ende la practica misma de esta disciplina.
 
Para la teoría de la complejidad la realidad es un tejido de eventos, de acciones, de interacciones, donde no existe una única causa para un fenómeno sino múltiples, de ahí la necesidad de una integración de las disciplinas y de una mirada que contemple la mayor cantidad de variables posibles (Flórez, Castro y Arias, 2009), de acuerdo con lo anterior, la educación no es ajena a este planteamiento pues lleva inmersa una serie de procesos multidimensionales que abarcan al estudiante, al docente, a la institución y a la metodología misma (Santos & Guillaumin, 2006).
 
Por ejemplo, al hablar de un niño con problemas de aprendizaje, la teoría de la complejidad se preguntaría por causas biológicas, por la relación familiar en la que está inmerso, por su cultura y sus condiciones sociales, por sus características psicológicas y las de sus padres, por el entorno educativo, por las herramientas de las que dispone, por las características del docente, por las metodologías de enseñanza, incluso por el espacio en el cual se dan los procesos de aprendizaje, pero sobre todo él como todas esta variables interactúan y mantienen la dificultad en el niño, así como cual es su papel en la solución; además la respuesta a todos estos interrogantes implica la integración de ramas como la psicología, la medicina, la antropología, la pedagogía, la neurología, la sociología, la ecología, la economía, la política, entre muchas otras.
De esta manera se hace necesaria una forma más amplia de ver la educación, que permita modificar no solo la construcción de teorías, sino también la enseñanza, la planificación de los entornos educativos, los criterios y formas de evaluación, los objetivos que se proponen, las metodologías utilizadas, las habilidades y las competencias que se buscan o fomentan, para que la educación sea capaz  de dar cuenta y de responder a las necesidades de los estudiantes y de la sociedad actual.

lunes, 9 de mayo de 2011

Internalización de las funciones psicológicas superiores

Internalización de los aspectos culturales 


El desarrollo de los procesos psicológicos superiores, evidencia la forma como los seres humanos han ido construyendo signos y señales útiles en la solución de problemas. En este texto, se pretende exponer dichos conceptos y cómo estos intervienen en los procesos psicológicos superiores, reconociendo la función de los signos en la conducta de los seres humanos y los procesos que están previos a su creación. Para comenzar, es necesario plantear la distinción entre signo y herramienta; el primero de los conceptos, se ha usado para designar un método para resolver problemas psicológicos, siendo la herramienta, la utilidad de un objeto específico en la realización de una actividad. Para la comprensión de los conceptos, se han asumido tres condiciones: la analogía y puntos comunes, las diferencias básicas y la última, el vínculo psicológico que existe entre ellos (Vygotsky, 1998).




Referente a las similitudes, el signo y la herramienta cumplen una función mediadora, en la cual, los objetos y las acciones influyen en la conducta y en los procesos sin afectarlos directamente, teniendo un fin determinado. La segunda condición, indica que el singo y la herramienta difieren en la forma en que orientan la actividad humana; el primero de ellos hace referencia a una actividad orientada internamente que no permite el cambio de un objeto en operación psicológico. Por el contrario, la herramienta si influye en el objeto de la actividad, y es una actividad orientada externamente. En cuanto a la tercera de las condiciones, existe un vínculo entre los conceptos evidenciado en la ontogénesis y filogénesis, destacando la influencia directa entre la conducta humana y su naturaleza. Luego de hacer énfasis en las condiciones, se plantea que una función psicológica superior o conducta superior sería la mezcla de herramienta y signo en actividad psicológica (Vygotsky, 1998).

El proceso de  internalización es un  proceso que  se evidencia en el desarrollo del ser humano, en donde el individuo adquiere la capacidad de reconstruir  internamente una operación externa, como sucede en el proceso de señalar. Se incluyen ciertas transformaciones que  definen dicho proceso. La primera de ellas,  indica que es necesaria la  reconstrucción  de una actividad externa que  se asumirá como interna, la segunda transformación, se refiere a que toda función superior se origina en un principio por procesos interpersonales que luego se convierten en intrapersonales. La última transformación,  habla de  la continuidad de sucesos evolutivos requeridos para  la constitución del proceso intrapersonal, en donde la internalización implica cambios en las leyes de la actividad, que se interiorizan de acuerdo a las leyes que son propias del sujeto. En este proceso de internalización participan tanto las herramientas como los signos. Las primeras están orientadas externamente e implica cambios en los objetos; los signos en cambio están orientados internamente y no producen un cambio en  el objeto de una operación psicológica (Vygotsky, 1998).
Los procesos a los que Vygotsky  da mayor importancia dentro del proceso de constitución e internalización de las funciones superiores son esenciales en el desarrollo del individuo. Es de gran interés reconocer el papel que ejercen las actividades tanto internas como externas en los procesos psicológicos y en la conducta humana, y como éstos a  su vez, influyen en las fases del desarrollo y en procesos como memoria, lenguaje, percepción, motivación, aprendizaje, entre otros, permitiendo al niño, vincularse con otros y luego lograr una comprensión e interiorización del proceso o la acción que ejecuta (Vygotsky, 1998).



 



Cognición distribuida

El estudio de la cognición distribuida desde un enfoque histórico cultural
La cognición distribuida surge a partir de la obra de Wilhelm Wundt, el padre de la psicología científica, quien plantea el estudio del conocimiento desde una perspectiva histórico-cultural. Aunque Wundt fue profundamente reconocido por su obra científica en cuanto al estudio de la reacción humana ante la experiencia sensorial, no se descartan las grandes contribuciones hacía la psicología de los pueblos. Dentro de ésta rama de la psicología, Wundt consideraba que las funciones superiores debían ser estudiadas mediante otro tipo de herramientas fuera del laboratorio como por ejemplo; estudios etnográficos, el folklore y la lingüística (Salomon, 2001).

Por su parte,  Hugo Münsterberg, uno de los exponentes más representativos de éste modelo,  menciona la importancia de comprender el conocimiento como el resultado de la interacción entre lo que sucede en el cerebro cuando pensamos y la comunicación entre los individuos en contextos socio-culturales (Salomon, 2001). De acuerdo con los planteamientos de los autores mencionados y continuando con el enfoque histórico-cultural de la cognición, se puede afirmar que éste pretende abordar  la cognición distribuida desde varias perspectivas teniendo en cuenta la importancia del estudio de procesos propios de cada cultura, como las creencias, valores, tradiciones que hacen parte de los elementos comunicativos entre los individuos y que por lo tanto nutren el conocimiento.

Para el abordaje del conocimiento y el estudio de la cognición distribuida, el enfoque-histórico cultural de la cognición, busca investigar procesos de aprendizaje en ambientes cada vez más naturales que se den fuera del laboratorio, con el fin de conocer a profundidad los factores o aspectos propios del ser humano, que inciden en su conducta y en la relación con su entorno. Para el estudio objetivo y riguroso de estos temas, la psicología ha utilizado distintas herramientas como las propuestas por Wundt; los estudios etnográficos, etnometodológicos y de la psicología cultural para dar cuenta de cómo un contexto particular, influye en la construcción del pensamiento humano (Resnik & Collins, 1996).
El enfoque histórico-cultural al estudiar el conocimiento y cómo éste se distribuye cognitivamente, tiene en cuenta la cultura, ya que es un constructo no uniforme, es decir  un conjunto de mecanismos de control, planes, recetas, normas, etc., que  gobiernan el comportamiento del ser humano (Geertz, 1973). Es por ello, que los roles sociales se basan en la expectativa que tiene la sociedad frente al desempeño de cada individuo, bien sea en lo familiar o en lo profesional. Otro concepto que se plantea en el modelo, es el del  pensamiento, el cual también se encuentra distribuido, puesto que no sólo se sitúa en el cerebro humano, si no en los “símbolos significativos” como; las palabras, los gestos y los dibujos (Salomon, 2001).
Finalmente el propósito central del enfoque histórico-cultural, es crear una psicología unitaria, cuya idea central sea la mediación cultural y partir del supuesto de que la cognición es un fenómeno que no está distribuido sólo en el cerebro. Por lo tanto, el estudio tanto del pensamiento como del conocimiento, debe abordarse desde dos aspectos esenciales: la persona como individuo y la cultura como contexto. Ya que, la forma en como la mente del individuo se encuentra distribuida, depende  de las herramientas mediante las cuales ese individuo interactúa con el mundo y de  su contexto socio-cultural (Salomon, 2001).


Educación, aprendizaje y cognición

Aproximaciones psicológicas al aprendizaje y a las habilidades intelectuales




A lo largo de la historia distintas teorías han propuesto técnicas para mejorar las habilidades intelectuales de las personas, en esta ocasión nos centraremos en dar a conocer cuáles son las propuestas que se han planteado desde la psicología. Existen dos aproximaciones de la psicología que han aportado a la educación, estas son la psicología cognitiva y la conductual. Cada una desde su propio punto de vista busca diseñar estrategias que puedan ser aplicadas en las aulas de clase; en cuanto a la psicología conductual, ésta plantea una perspectiva asociativa empirista con la cual quieren demostrar que el conocimiento se da por medio de asociaciones entre estímulos y respuestas. En cuanto a la aproximación cognitiva, ésta concibe al aprendizaje como una adquisición de conceptos, lo esencial de esta teoría es que los aprendices deben participar activamente en la adquisición de su conocimiento. A continuación se presentaran detalladamente las propuestas que cada teoría ha planteado (Figueiras, 2004).

De acuerdo con la psicología conductual, las personas cuentan con una red conexionista en la organización de su mente, y ha sido este sistema de red el que le ha permitido a los teóricos explicar cómo aprenden tanto humanos como animales. Por esta razón, ésta teoría propone que las personas desde muy temprana edad aprenden a descomponer tareas complejas en asociaciones simples lo cual conduce a un aprendizaje más rápido y efectivo. En consecuencia, muchos de los currículos educativos actuales están organizados de acuerdo a la teoría asociativa, esto es que en cada grado escolar se enseñan ciertos temas específicos que más adelante se irán relacionando con otros temas de conocimiento, con el fin de que los alumnos al finalizar sus estudios logren relacionar todo el conocimiento adquirido durante su época escolar (Figueiras, 2004).

Por otra parte se encuentra la psicología cognitiva, la cual propone que en la educación y en todos los aspectos de la vida, las personas aprenden por medio de la adquisición  y la comprensión de conceptos. Por ende, las escuelas que basan sus modelos de aprendizaje según ésta teoría, enseñan a sus alumnos procedimientos cognitivos como estructuras operacionales, esquemas, estrategias y estructuras conceptuales con el fin de que se logre una mejor comprensión y razonamiento del material enseñado. Para que esta teoría sea efectiva, sus teóricos proponen que los procedimientos cognitivos deben ser enseñados a muy temprana, buscando así que en la adultez las personas cuenten con habilidades cognitivas mas estables y mejor desarrolladas (Figueiras, 2004).

En conclusión, se puede ver que para el desarrollo de las habilidades intelectuales se han diseñado distintas teorías desde marcos educativos y psicológicos, pero lo realmente importante es entender que no se deben aislar las teorías entre sí, ya que al unirlas se puede crear una mejor metodología de enseñanza y contribuir con el aprendizaje de los alumnos. Además, al integrar el sistema de enseñanza propuesto por la psicología cognitiva y el propuesto por la psicología conductual, se le brindarían grandes herramientas a los alumnos y podrían por medio de un solo sistema educativo aprender a asociar la información que van adquiriendo y también sabrían como esquematizar y manejar mejor dicha información (Figueiras, 2004).

La evolución de algunas ramas de la enseñanza

La enseñanza de la filosofía, la enseñanza de las lenguas clásicas y el problema de las humanidades



A lo largo del tiempo una variedad de disciplinas han intentado revisar sus métodos y técnicas de aplicación, con el fin de implantar nuevas formas de enseñanza. A partir de 1935 se inicia una serie de indagaciones para comprender de qué manera están aportando áreas como la filosofía y las lenguas clásicas al desarrollo del aprendizaje en la educación, por ende el propósito del presente texto busca mostrar un panorama de lo que ha sido la evolución y trasformación interna de algunas ciencias, con el objetivo de que los alumnos comprendan las innovaciones y el nuevo lenguaje que se utiliza en distintas áreas educativas (Piaget, 2001).

En primera instancia Piaget destaca la importancia de la enseñanza de la filosofía, ya que si la educación moderna pretende formar sujetos con una calidad alta respecto al nivel espiritual, es necesario considerar la enseñanza de ésta ciencia, puesto que ésta conlleva a la reflexión y desarrolla un pensamiento profundo, tanto para estudiantes que practiquen ciencias más objetivas como las matemáticas o ciencias más subjetivas como las humanidades. La filosofía es sinónimo de sabiduría, por lo que se plantea como una ciencia que contribuye a la interiorización  de valores, centrándolos como elemento primordial tanto para el ser como para el conocimiento (Piaget, 2001).
El desafío que se presenta dentro de éste campo consiste entonces en la discrepancia entre  la filosofía y el espíritu investigativo o científico, por ende se ha intentado responder a esta problemática con la inserción de la filosofía en diferentes aplicaciones científicas, con el propósito de lograr la integración de dos elementos importantes dentro de la educación. En algunos países como Suiza,  se han incorporado clases de filosofía en las facultades tanto de ciencias como de literatura, para limar asperezas y hacer frente a las  limitaciones entre las distintas disciplinas (Piaget, 2001).
Otro reto que se presenta en la actualidad dentro de la educación, es la enseñanza de las lenguas clásicas y los problemas de las humanidades.  Las humanidades y las lenguas clásicas a diferencia de la rama anterior (la filosofía) han tenido pocas trasformaciones, razón por la cual no se ha visto alterada su enseñanza. El problema aquí radica en que estas se han dejado de lado en algunas disciplinas, en las cuales es de vital importancia retomarlas. Por ejemplo, en la medicina es importante reconocer la terminología en las distintitas lenguas, por ende en algunos países como Varsovia se han impuesto clases obligatorias de latín para la formación de futuros médicos (Piaget, 2001).
 Como se mencionaba anteriormente la educación debe hacer énfasis en el nivel espiritual de los estudiantes, y la integración de las lenguas clásicas en éste proceso puede contribuir en  gran medida para hacerlo posible. Las lenguas muertas actúan como una base para el desarrollo de habilidades intelectuales que pueden ser utilizadas para realizar otras actividades. Sin embargo, el conocimiento sobre estas lenguas es mínimo, por lo que la conferencia internacional de instrucción pública, ha decidido que el estudio de los textos griegos y latinos en las instituciones puedan ser traducidos y leídos en la lengua local de cada lugar del mundo, ya que en la modernidad los estudios realizados por las civilizaciones antiguas, solo están siendo aprovechados desde la rama de la sociología (Piaget, 2001). 
Concluyendo es importante resaltar que la educación ha tenido una larga evolución durante las distintas épocas históricas, por lo que se debe tratar de integrar todos los conocimientos, métodos y formas de aplicación tanto clásicos como modernos, logrando así no dejar atrás los conocimientos antiguos y reestructurarlos con los modernos, de manera que la educación sea cada vez más completa y brinde un proceso de enseñanza amplio y complejo que beneficie al alumno en el desarrollo de habilidades para aplicarlas en todas las ramas de la educación (Piaget, 2001). 




Referencias

Figueiras, S. (2004). Educación, aprendizaje y cognición: teoría de la práctica. México: Manual Moderno

Flórez, Castro y Arias (2009) comunicación, lenguaje y educación: una mirada desde las teorías de la complejidad. Folios, 2 (30), 25-38
Geertz, C. (1973). The interpretation of culture. Nueva York: Basic Books.

Piaget, J. (2001). Psicología y pedagogía. Barcelona: Editorial Critica

Resnik, L & Collins, A (1996) Cognición y aprendizaje. Anuario de psicología, 69, 189.197.

Salomon, G. (2001). Cogniciones distribuidas: Consideraciones psicológicas y educativas. Buenos Aires: Amorrortu Editores

Santos, M. & Guillaumin, A. (2006). Avances en complejidad y educación: teoría y práctica. Barcelona: Octaedro


Vygotsky, L. (1998). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Barcelona: Editorial Critica.